Marlene Ensaldo, la mexicana que lidera la defensa del comercio ambulante en Nueva York

Marlene Ensaldo es una vendedora ambulante de frutas en el Bronx, Nueva York. Lleva 22 años trabajando en este oficio y ahora es líder de dos organizaciones que abogan por los vendedores ambulantes: Street Vendor Project y Bronx Street Vendors.

Ana María Betancourt Ovalle 24-04-2025 / 16:40:39

Marlene Ensaldo comienza su jornada laboral a la 1 p.m. Viene en una furgoneta cargada de cajas con limones, fresas, mangos, uvas, entre otras frutas. Se ubica debajo del tren 6 en la estación de Parkchester, Bronx, desde que migró de México a Nueva York hace 22 años.


El cielo está grisáceo, lleva tres días lloviendo y eso ha hecho que Ensaldo –así como los

demás vendedores ambulantes de Parkchester– no pueda salir a trabajar. Sin embargo, la lluvia no es el mayor de sus problemas.


“La situación que estamos viviendo ahorita es difícil,” dijo Ensaldo de 53 años. “Sanidad y la

policía nos están multando con tickets [multas] demasiado altos por no tener licencia ni permiso”, dijo la vendedora ambulante mexicana que llegó a Nueva York hace más de dos décadas.


Ensaldo no es una persona conflictiva y tiene un tono de voz dulce cada vez que habla. Al final de sus oraciones, suele incluir la palabra ‘gracias’ y ‘muchas bendiciones’, sin importar si conoce o no a la persona con la que está hablando.


Estas habilidades las ha puesto en práctica ahora que es miembro de la junta directiva de

Street Vendor Project (SVP) y líder de Bronx Street Vendors (BSV), dos organizaciones que abogan por los vendedores ambulantes en Nueva York, pero que tienen un conflicto entre ellas.


SVP es la organización que, junto al despacho de la concejal del Bronx Pierina Sánchez, introdujo el Paquete de Reforma a la Venta Ambulante en el Concejo de la ciudad en el 2023.


Este paquete de cuatro proyectos de ley propone aumentar la cantidad de licencias y permisos emitidos por la ciudad, descriminalizar la venta ambulante y capacitar a los vendedores en la

normativa de la ciudad.


Todos los proyectos de ley del paquete de 24 auspiciadores han sido introducidos, pero hasta el momento solo han sido discutidos dos, pues no se les han asignado fechas hasta el momento, de acuerdo a una declaración de Carina Kaufman-Gutiérrez, directora de SVP.


Los vendedores ambulantes son actualmente una comunidad vulnerable en la ciudad de Nueva York. El Departamento de Sanidad (DSNY) y la policía pueden multarlos por no cumplir con las reglas de limpieza de la ciudad o por vender sin una licencia y/o permiso para la venta ambulante, pese a que la ciudad no emite licencias desde el 2016 y tiene cerrada la lista para acceder a permisos. De hecho, el 75% de los vendedores ambulantes de comida no tienen

permisos para vender y el 37% de los que venden mercancía están sin licencia, de acuerdo a cifras del Immigration Research Initiative.


Migue Varela trabaja como vendedor cerca del puesto de que tiene Ensaldo y dice que en los últimos dos años le han puesto ocho multas y que hay unas que superan los $7,000. Para evitar multas está trabajando solo en las tardes, y máximo tres o cuatro días por semana. "Está difícil mantener así a mi familia", dijo Varela.


Al miedo de ser multados, se suma la amenaza de ser deportados. La administración de Donald Trump ha desplegado una política de deportaciones masivas enfocada en detener a

inmigrantes indocumentados con antecedentes penales. Las multas por vender en el espacio público sin licencias y permisos cuentan como tal. El 30% de los vendedores ambulantes en Nueva York son indocumentados y el 27% prefieren no responder a la pregunta sobre su

estatus migratorio, según un reporte de Documented, un medio de comunicación local

enfocado en cubrir migración.


Ensaldo deja la furgoneta en la que trae todas las frutas estacionada justo detrás de su puesto para estar preparada para irse rápido en caso de que se acerque un agente del DSNY, de inmigración o de la policía.


"No puedo ponerme a pelear con ellos porque son la autoridad”, dice Ensaldo. “Ha habido

varias veces en que me toca empacar mis cosas e irme”.


Sin embargo, algunos de los vendedores ambulantes que pertenecían a SVP y venden en el Bronx comenzaron a distanciarse de la organización, la reforma y los tiempos en los que esta se está procesando en el Concejo, por lo que decidieron fundar su propia organización – BSV.


Vicente Veintimilla, otro de los líderes de BSV, en una llamada telefónica me aseguró que no

confiaban en SVP porque no es una organización liderada por vendedores ambulantes y porque una vez que se unieron a una protesta para apoyar el Paquete de Reforma para la Venta Ambulante los directores de SVP le mandaron a la policía. Sin embargo, días después me llamó a retractarse de lo dicho.


Frente a esto Carina Kaufman-Gutiérrez, co-directora de SVP respondió: “Para contextualizar, el incidente al que Vicente se refiere fue durante una protesta frente al Ayuntamiento, que SVP organizó y a la que invitó a todos los vendedores, incluyendo a los vendedores ambulantes del Bronx. No habíamos solicitado un permiso de sonido para la protesta. La policía de Nueva York

llegó después de que comenzara la protesta y se acercó primero al personal de SVP para

pedirnos que dejáramos de usar el megáfono, ya que no teníamos el permiso. Esto obligó y

alertó a todos a dejar de usarlo. Vicente siguió usando su megáfono, así que la policía de Nueva York se acercó a él y le pidió que dejara de usarlo”.


SVP es liderado por Kaufman-Gutiérrez y Mohamed Attia, quienes no son vendedores

ambulantes. Sin embargo, la organización tiene una junta directiva compuesta por 16

vendedores ambulantes que participan en la toma de decisiones y que son elegidos por los 3,000 vendedores ambulantes asociados a la organización.


“Todos los vendedores son bienvenidos en SVP”, dijo Kaufman-Gutiérrez. “Si no están de

acuerdo con cómo se manejan las cosas en nuestra organización, están en el derecho de

organizarse porque de eso se trata la participación ciudadana y la democracia”.


Ensaldo es líder en las dos organizaciones, pues en esos roles ve la posibilidad de ayudar a su comunidad y encontrar soluciones a la situación de miedo que están experimentando.


“Elegimos a Marlene y a Vicente como líderes porque son los representantes que llevan más tiempo vendiendo”, dijo Agustín Pérez, vendedor ambulante de frutas en la misma calle que Ensaldo. “Pero la realidad es que Marlene no se para a defendernos si viene Sanidad o la policía. Uno es el que se tiene que parar y ver que se le lleven las cosas. Ella no puede hacer nada al respecto”.


Ensaldo es consciente de las limitaciones de su liderazgo.


“Aunque sea líder no puedo hacer nada por los demás vendedores ambulantes en el Bronx”, dijo Ensalgo. “Lo único que puedo hacer es enfrentarme con Sanidad o la policía y decirles que permisos no hay y por eso no tenemos, pero más no puedo hacer para defender a los vendedores”.


Aún así, varios vendedores ambulantes de Parkchester se refieren a ella como ‘mi presidenta’ y han expresado que tienen fe en que Ensaldo ayude a que la ciudad acelere el proceso de emisión de sus permisos y licencias.


Ana María Betancourt Ovalle