Trump ordena bombardeo “navideño” en Nigeria

Estados Unidos publica un vídeo de lanzamiento de misiles tras el ataque en el noroeste de Nigeria

Redacción La Audiencia 28-12-2025 / 10:22:06

El presidente Donald Trump anunció este jueves en Truth Social que fuerzas estadounidenses bombardearon objetivos en Nigeria, supuestamente vinculados a ISIS. La operación se suma a décadas de ataques aéreos que Estados Unidos ejecuta en países africanos sin rendir cuentas claras.


“Antes advertí a estos terroristas que si no detenían la matanza de cristianos, habría un infierno que pagar, y esta noche, lo había”, escribió Trump. “El Departamento de Guerra ejecutó numerosos ataques perfectos, como solo Estados Unidos es capaz de hacer”.


Los bombardeos que anteceden


Esta no es la primera vez. Estados Unidos lleva años lanzando ataques con drones en África, muchas veces sin verificación independiente de víctimas. En Somalia, cientos de ataques desde 2007 han sido dirigidos contra Al-Shabaab. Organizaciones como Amnistía Internacional documentaron civiles muertos en bombardeos que el Pentágono reportó como “exitosos”. En 2018, un ataque en Jilib mató a personas que resultaron ser civiles, no militantes.


En Libia se ejecutaron más de 500 bombardeos entre 2016-2019, la mayoría sin verificación independiente de víctimas. El ataque de enero 2017 en Yakla, Yemen, mató decenas de civiles, incluidos niños, mientras Trump expandió las reglas para facilitar más bombardeos con menos supervisión. Entre 2009-2016 en Pakistán, los drones mataron entre 2,400-3,800 personas según The Bureau of Investigative Journalism, con estimaciones de entre 400-900 víctimas civiles. Níger alberga una base estadounidense de drones en Agadez desde 2019, con operaciones clasificadas sin mecanismos de revisión pública.



La respuesta de nigeriana


El gobierno nigeriano no ha emitido declaraciones públicas sobre los bombardeos. Esta ausencia de pronunciamiento refleja un patrón de cooperación discreta que responde a factores concretos. Nigeria depende de entrenamiento, armas e inteligencia de Estados Unidos para enfrentar a Boko Haram, lo que genera una relación asimétrica donde Washington tiene capacidad de condicionar ayuda y cooperación. Los gobiernos africanos frecuentemente utilizan la narrativa de “guerra antiterrorista” como justificación para procesos de militarización interna, creando incentivos para mantener presencia militar estadounidense sin escrutinio público.


El vacío legal


Estos bombardeos operan sin marco jurídico claro. Estados Unidos no mantiene declaración de guerra formal con Nigeria ni con ISIS en ese territorio. Las operaciones de drones se ejecutan bajo autoridades ejecutivas expandidas posteriores al 11 de septiembre, sin supervisión regular del Congreso. No existen mecanismos internacionales vinculantes para verificar víctimas o revisar la legalidad de objetivos seleccionados.


Trump califica los ataques como “perfectos” sin proporcionar información sobre número de víctimas, identidad de los atacados, evidencia de afiliación a ISIS, verificación independiente de bajas civiles o base legal específica invocada para la operación.


La arquitectura militar en África


Estados Unidos mantiene presencia militar en más de 29 países africanos mediante AFRICOM, el comando establecido en 2008, bases de drones en Níger, Yibuti y Somalia, y programas clasificados de “capacitación” que frecuentemente encubren intervención directa. Esta infraestructura permite ejecutar bombardeos sin debate público estadounidense significativo, minimiza riesgo político de bajas propias, externaliza costos humanitarios a poblaciones locales y perpetúa una narrativa de “guerra contra el terror” sin límites temporales definidos.


Las operaciones clasificadas impiden conocer quién verifica la identidad de objetivos bombardeados, qué metodología se usa para contabilizar víctimas civiles y qué mecanismos existen para responsabilizar errores de inteligencia. Mientras Trump celebra sus “ataques perfectos” en redes sociales, las consecuencias en terreno permanecen sin documentación independiente verificable.



Redacción La Audiencia