Petro entrega la espada de Bolívar en histórica marcha del 1 de mayo y llama a respaldar la consulta popular

•"Venimos con la espada, con el Ejército Libertador, con el pueblo, pero desarmados. No vendremos armados otra vez, pero el pueblo vendrá por su poder" •La derecha colombiana acusó a Petro de emular al ex presidente venezolano Hugo Chávez.

Redacción La Audiencia 02-05-2025 / 15:20:38


En una jornada marcada por la simbología política y la movilización popular, el presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro encabezó la multitudinaria marcha del Día Internacional del Trabajo en la Plaza de Bolívar, donde empuñó la espada de Simón Bolívar. El acto, que congregó a miles de personas en Bogotá y otras ciudades del país, se dio entre opiniones divididas, con críticas desde sectores de la derecha que acusan al mandatario de instrumentalizar la fecha con fines electorales y de gobierno. Después del acto Petro se trasladó al Capitolio Nacional para radicar formalmente la propuesta de consulta popular ante el Congreso. El documento fue recibido por el secretario general del Congreso, Diego Alejandro González, a las 3:10 de la tarde.


Desde la oposición denunciaron que la marcha del 1 de mayo fue “cooptada” por el Ejecutivo para promover una iniciativa que consideran abiertamente proselitista: la consulta popular. Según ellos, el evento fue menos una conmemoración del movimiento obrero y más una plataforma para presionar al Congreso e insistir en una reforma laboral rechazada previamente por la Comisión Séptima del Senado.


La consulta popular, radicada formalmente este jueves en el Capitolio, incluye 12 preguntas relacionadas con derechos laborales, condiciones de contratación y protección social para sectores vulnerables. El Gobierno argumenta que este mecanismo es constitucionalmente válido ante lo que denomina un "bloqueo institucional" en el Congreso, el cual ha impedido debatir con garantías la agenda social por la que fue elegido Petro en 2022. No obstante, su implementación depende de que el Senado le dé luz verde con al menos 53 votos, lo que abre un panorama incierto.


El presidente llegó a la Plaza de Bolívar al mediodía, acompañado por ministros, funcionarios y su hija menor. Vestía una chamarra roja, color que dominó en pancartas y banderas entre la multitud, y que evocó inevitablemente a otras figuras de la izquierda latinoamericana. Petro encabezó un desfile escoltado por soldados con trajes republicanos, que portaban la urna de con la espada del Libertador. Ya en la tarima, alzó el objeto histórico —protegido por guantes— y lo ofreció simbólicamente al pueblo.


"Venimos con la espada, con el Ejército Libertador, con el pueblo, pero desarmados. No vendremos armados otra vez, pero el pueblo vendrá por su poder", dijo ante una plaza colmada, donde aseguró que esta había sido "la mayor movilización del pueblo en toda su historia".


Durante su intervención, que duró más de una hora, Petro leyó en voz alta algunas de las preguntas de la consulta, recibiendo un rotundo “¡Sí!” de la multitud. Al mismo tiempo, lanzó críticas al Congreso, al que acusó de esconderse “bajo una mortaja negra” y de actuar en contra del mandato popular. “Está escrito en la Constitución de Colombia: hay democracia o hay que cambiar las instituciones”, afirmó con vehemencia.


El momento cumbre llegó cuando, alzando la espada de Bolívar, replicó una escena que, según la opinión pública, remite al expresidente venezolano Hugo Chávez, quien también utilizó la simbólica arma en eventos multitudinarios. En redes sociales y foros opositores, no tardaron en acusar a Petro de emular al líder bolivariano y de encaminar al país hacia una deriva populista.


Aun así, el mandatario defendió su propuesta como un mecanismo democrático para que la ciudadanía decida. “El constituyente primario exige que su voz se escuche en la consulta. Nadie puede negarlo”, reiteró.


Posterior al acto, la espada regresó a la Casa de Nariño, donde permanecerá un mes, a la espera de que el Legislativo se pronuncie y, eventualmente, la ciudadanía acuda a las urnas.

Redacción La Audiencia