Negligencia médica en el IMSS: La lucha de una familia por justicia para Dolores Ramos

El caso de Dolores Ramos, una mujer neurodivergente que sufrió una serie de negligencias en la Clínica 196 del IMSS en Ecatepec tras tratarse una fractura de tobillo. Los errores incluyeron retrasos quirúrgicos por olvido de insumos, la omisión de anticoagulantes cruciales que le provocaron una tromboembolia pulmonar, y una cirugía mal realizada donde le colocaron un tornillo de más, dejándola en estado delicado con riesgo de perder la movilidad del pie.

Juliana Bao 11-09-2025 / 12:06:13


Una tendencia nacional preocupante


La familia de Dolores Ramos, una mujer de 54 años con diagnóstico psiquiátrico se encuentra en estado de alerta tras denunciar una serie de negligencias médicas en la Clínica 196 del IMSS en Ecatepec, que dejaron a Dolores en un estado delicado y con posible pérdida de movilidad en su pie derecho.


Este caso se enmarca en una preocupante tendencia nacional. Aunque no existen cifras exactas sobre negligencias médicas, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) estimó que en 2020 se registraron 28 mil 158 casos, una cifra alarmante que podría atribuirse en parte a la saturación del sistema de salud durante la pandemia por COVID-19.


Sin embargo, lejos de disminuir, el problema ha ido en aumento. De 2023 a 2024 se registró un incremento en estas incidencias. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reportó 14,088 casos en 2024, mientras que en 2023 habían registrado poco más de 12,000 reportes, siendo el IMSS la institución con mayor número de quejas.


Las principales denuncias a nivel nacional coinciden con lo vivido por Dolores: mal diagnóstico, uso de tratamiento inadecuado y errores en procedimientos quirúrgicos.


La odisea médica de Dolores Ramos


Todo comenzó el 14 de agosto, cuando Dolores ingresó al hospital por una fractura en el tobillo. Aunque necesitaba cirugía, permaneció internada en urgencias hasta el 19 de agosto, pero la operación no se realizó sino hasta el 30 de agosto. ¿La razón? El personal médico olvidó solicitar los insumos necesarios.


Aunque durante su estancia le administraron su tratamiento habitual con clonazepam –medicamento que toma desde hace años por su condición psiquiátrica–, el 3 de septiembre su oxigenación bajó peligrosamente a 73%. Fue entonces cuando el personal se percató de no le recetaron anticoagulantes posoperatorios, cruciales para prevenir trombosis.


Tras la cirugía, Dolores notó que su pie quedó en una posición antinatural y con dolor intenso. El 5 de septiembre, residentes del hospital le pidieron que firmara una autorización para volver a operarla, a pesar de que presentaba dificultad para respirar y los estudios necesarios –como la placa de tórax y de pie– nunca se realizaron bajo el argumento de que las solicitudes "se traspapelaron".


La búsqueda de justicia


Ante la falta de avances, su familia decidió trasladarla a un hospital privado el 9 de septiembre, antes de que la operaran por segunda vez. Mientras tanto, interpusieron un amparo desde le 6 de septiembre para que el IMSS entregara un diagnóstico en 24 horas y explicara los errores cometidos en la cirugía por el Dr. Tovar.


Aun así, el hospital insistió en programar una nueva cirugía para el 11 de septiembre, sin contar con su autorización ni los estudios previos necesarios. Una semana después de la primera operación, nadie había revisado correctamente su pie.


Finalmente, el 8 de septiembre, su familia solicitó el alta voluntaria del IMSS. Le hicieron firmar un documento indicando que su madre estaba en "buenas condiciones", algo totalmente falso, ya que su oxigenación no subía de 89%.


El diagnóstico definitivo y la victimización


Ya en el hospital privado Rivapalacio de Texcoco el 9 de septiembre, se le diagnosticó tromboembolia pulmonar y se descubrió que en su tobillo habían colocado un tornillo de más y de gran tamaño, lo que le impedía mover el pie.


La familia también señaló que el doctor Tovar, quien operó a Dolores, habría tenido problemas con al menos otros dos pacientes ese mismo día.


Para empeorar las cosas, el IMSS publicó un comunicado en redes sociales culpando a Dolores de "automedicarse" con clonazepam, a pesar de que es una paciente diagnosticada y bajo tratamiento controlado, señalando que esa era la razón por la cual presentaba "dificultades".


Un llamado a la acción


Hoy, Dolores enfrenta el riesgo de perder la movilidad de su pie y se encuentra en estado delicado. Su familia exige justicia, indemnización y que se sancione a los responsables. Actualmente, realizan los trámites para presentar denuncias formales ante la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) y otras instancias correspondientes.


Este caso evidencia fallas críticas en su atención y refleja un patrón de negligencia que afecta a miles de mexicanos, abriendo el debate sobre la calidad de la salud pública en México.


Se puede entender que existan deficiencias en los hospitales públicos por falta de insumos o personal, sin embargo es altísima la cifra de casos por negligencia. Esto puede presentar un problema mucho más profundo y complejo en nuestro sistema de salud. Desde la preparación, la deontología médica, o incluso desde la política pública en el sector salud.


No obstante, como sociedad deberíamos de reflexionar también. Celeste Ramos señalaba que "tenemos un pésimo sistema de salud, pero siento que como sociedad lo normalizamos". La asociación civil Eme Equis estima que al menos 50 personas mueren al mes por esta causa, debido a que la gente no denuncia.


Si tienes algún problema parecido con algún familiar puedes acudir o llamar al Órgano Interno de Control (OIC) del IMSS, para denuncias: 01 800 623 2323 o a través de su portal de internet.


Juliana Bao
Periodista y actriz