
Narcos mexicanos aprender a usar drones de guerra en Ucrania
Mientras agencias de inteligencia rastrean a los infiltrados, el desafío será cortar los vínculos entre el crimen organizado y los conflictos internacionales antes de que sea demasiado tarde.
Parece que algunos cárteles del crimen organizado están aprovechando el conflicto en Ucrania para aprender tácticas militares y manejo de drones de combate.
Según investigaciones del Centro Nacional de Inteligencia de México (CNI), sicarios y exmilitares vinculados al narco se infiltraron en unidades de voluntarios extranjeros que luchan junto a las fuerzas ucranianas con documentos falsos.
El objetivo era capacitarse en tecnología bélica avanzada y luego aplicar esos conocimientos en ataques contra rivales o fuerzas de seguridad en México.
Según el medio francés Intelligence Online, el CNI mexicano alertó a Ucrania sobre la presencia de voluntarios sospechosos con vínculos al crimen organizado.
Algunos ingresaron con identidades falsas (como salvadoreños o panameños) y lograron entrenarse en academias de drones FPV (visión en primera persona), clave en la guerra moderna.
Uno de los casos más llamativos es el de "Águila 7", un supuesto mexicano que sorprendió a instructores ucranianos por su dominio en vuelo avanzado y contramedidas electrónicas. Se cree que podría ser un exmilitar.
Investigaciones señalan que empresas de seguridad privada en México y Colombia estarían facilitando el viaje de sicarios a Ucrania bajo el disfraz de "voluntarios".
Estas compañías emitieron cartas de recomendación falsas y usaron rutas legales pasando por Polonia, España y Moldavia para evitar sospechas.
Lo peligros es que los cárteles ya usan drones modificados con explosivos en estados como Michoacán y Tamaulipas, pero el entrenamiento en Ucrania eleva el riesgo: ahora podrían atacar con precisión blancos como vehículos blindados o cuarteles militares.
Un dron de 500 euros (menos de $10,000 MXN) puede convertirse en un arma letal si es manejado por un experto.
Y lo más siniestro es que Ucrania se ha convertido en un laboratorio para la guerra moderna, como un campo de práctica para matar.
No solo ejércitos, sino también criminales, están aprendiendo en estos “campos de práctica”. Si los carteles logran aplicar estas tácticas en México, la violencia podría escalar.