
La CDMX es la segunda ciudad más cara para vivir de América Latina
Descubre por qué la vibrante CDMX escala posiciones en el ranking de costos, desafiando tu bolsillo y sorprendiendo con su contrastante belleza urbana.
La Ciudad de México es la segunda ciudad de América Latina
más cara para vivir. La Universidad de Buenos Aires, Argentina, Torcuato Di Tella, en conjunto con Inmuebles24, realizaron un estudio comparando el valor por metro cuadrado en las ciudades de la región. Los resultados arrojaron a tres ciudades mexicanas ocupando los primeros lugares.
Según este estudio, se reveló que en la CDMX el metro cuadrado tiene un costo de 51 mil 785 pesos, seguida por Monterrey con un precio de 50 mil 348 pesos, y Guadalajara ocupando el quinto lugar con 44 mil 074 pesos por metro cuadrado.
El primer lugar se lo lleva la ciudad de Montevideo, Uruguay. Sin embargo, un profesionista mexicano promedio en México gana 11 mil 549 pesos al mes, según datos del INEGI, mientras que un reporte de INDEX de Inmuebles24, en abril de 2025, menciona que, para rentar un departamento en la CDMX con dos recámaras, el precio de alquiler aproximado es de 20 mil pesos al mes.
El aumento de los costos se relaciona con muchos factores, como la apreciación del peso, la llegada de empresas extranjeras o la inflación de los precios de los insumos de construcción.
No obstante, otro factor es la gentrificación. Este concepto, que ha surgido en las últimas décadas, ha tomado fuerza y popularidad en territorios como la CDMX. La palabra deriva del inglés gentry, que significa “burgués”, pero su definición va más allá.
Podríamos definir la gentrificación como el proceso en el que un barrio popular es desplazado, gradualmente, por personas con mayor poder adquisitivo. Se alimenta de fenómenos como la estudiantificación, boutiquización y turistificación, que surgen en las áreas céntricas, donde se encuentran de manera más accesible fuentes de trabajo, transporte y servicios, lo que vuelve estos espacios más atractivos para residentes e inversiones.
Cuando las inmobiliarias compran propiedades para construir
o mejorar inmuebles, saben que tienen el poder de aumentar su valor. Finalmente, quienes tienen acceso a estas viviendas son extranjeros, personas de un estatus económico más alto, o bien, la población flotante que desplaza a la población permanente y originaria.
Una de las consecuencias de la gentrificación es el aumento
del costo de vida. El 4 de abril de 2024, el Gobierno de la Ciudad de México presentó una reforma a la Ley de Turismo para regular a las plataformas digitales que rentan hospedaje. Esto con la finalidad de equilibrar la competencia con los hoteles tradicionales y “prevenir y proteger a la ciudad de la gentrificación”.
Sin embargo, para algunas personas esta reforma se presentó
muy tarde. Cuando se busca un departamento en plataformas como Airbnb para rentar en la CDMX, dependiendo del presupuesto, pueden aparecer como recomendación departamentos en desarrollos como los de Be Grand.
Be Grand es una empresa inmobiliaria que desarrolla
proyectos de vivienda. En Airbnb, los dueños de los inmuebles pueden rentar su patrimonio hasta un máximo de 180 días, según la reforma de 2024 en la CDMX. No obstante, para ser anfitrión de estos espacios, se necesita una solvencia económica que permita comprar un departamento de entre 6 y 13 millones de pesos, que es lo que cuesta una propiedad en Be Grand.
Por otro lado, Airbnb menciona en su página oficial que como
empresa sí puede comprar inmuebles para su propio inventario; sin embargo, aclara que “generalmente, Airbnb se enfoca en conectar a anfitriones con huéspedes a través de su plataforma”.
La gentrificación no es solo un fenómeno urbano; es una
forma silenciosa pero agresiva de despojo. En ciudades como la CDMX, donde el salario promedio no alcanza ni para pagar la renta, la especulación inmobiliaria convierte el derecho a la vivienda en un privilegio para unos cuantos.