
La aprendiz. Sheinbaum y Trump contrastados
Para Trump, el mundo es el mercado, los países los competidores y los jefes de estado los negociadores. Desde que asumió el cargo por segunda vez, esta visión del mundo del presidente de extrema derecha con tintes dictatoriales ha sido más evidente que nunca.
A los pocos meses en el cargo ha destruido negociadores débiles como al ex primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y no mucho después al perdedor de la guerra y presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, mientras que a la par, ha respetado negociadores fuertes como lo ha demostrado ser la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum Pardo.
Todos los estadistas enfrentaron la misma arma: las tarifas, pero no todos pudieron sobreponerse a ella. Trump, antes de sentarse a la mesa a negociar, movía la solapa de su saco para revelar la pistola en su costado.
Como gánster americano, este método intimidatorio de amenazar con los aranceles le resultó muy bien en tantas ocasiones que creyó que también sometería a Sheinbaum, y con ella, a México. Tras la primera negociación, Trump solo pudo presumir que México brindó 10 mil militares en las fronteras para detener el flujo migratorio y de fentanilo hacia su país, mientras Sheinbaum logró postergar los aranceles como no muchos países lograron en aquel momento, ganando así tiempo para su plan maestro.
La presidenta jugaba dos tableros a la vez, el internacional y el de la política interna. Aunque una confrontación comercial hubiera significado la imposición de medidas arancelarias y no arancelarias a EU, prohibiendo, por ejemplo, la importación de maíz transgénico, lo más conveniente para la economía en el corto y mediano plazo era y sigue siendo el que se mantuviera a México fuera de los aranceles. De lo contrario, la crisis sería capitalizada políticamente por la oposición, dificultando las elecciones en 2030. Con eso en juego, Sheinbaum optó por mantener el TMEC y trabajar en el Plan México: fortalecer el consumo interno, las inversiones extranjeras y las nacionales; mejorar el gasto público; y mantener finanzas sanas.
El resultado es el contraste evidente entre ambos mandatarios hoy. Trump, con el 43% de aprobación según diversas fuentes, el fin de semana pasado enfrentó a más de 1300 manifestaciones por todo el país que criticaban tanto a sus políticas como al integrante de su gabinete, Elon Musk, quien ha sido repudiado por su apología al nazismo y su apoyo abierto a la ultraderecha en Europa.
Encima, la imposición de aranceles a casi todo el mundo menos a México provocó que el lunes, se cayeran las bolsas de valores mundiales. Adicionalmente, el expresidente Obama, también el fin de semana en un discurso, instó a los ciudadanos a estar preparados a “sacrificarse” en una inminente defensa por la democracia.
Sheinbaum, por otro lado, con más del 80% de aprobación, el fin de semana organizó una clase de box nacional fomentando el deporte y desincentivando en los jóvenes el uso de drogas. Así mismo, el peso se mantiene estable en los 20.60 pesos por dólar (08/04/2025); el nearshoring parece nuevamente vislumbrar en el futuro de México; y, por si fuera poco, el camino se mantiene limpio para MORENA en 2030. Mientras Trump optó por la fuerza bruta y las amenazas, Sheinbaum prefirió la estrategia de la cabeza fría, demostrando ser mejor negociadora y estratega que el mismo aprendiz de aquél reality show.