
Kilmar Abrego García, símbolo migratorio, podría ser deportado a Uganda
El inmigrante salvadoreño Kilmar Abrego García ingresó la mañana del lunes a las oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Baltimore para una cita en tribunales. Llegó con su familia, su abogado y un grupo de defensores de los derechos de los migrantes. Su esposa salió sin él unos minutos más tarde, aparentemente con lágrimas en los ojos.
Kilmar Abrego García, quien fue erróneamente deportado a El Salvador meses atrás, fue detenido; ahora podría ser deportado a Uganda, un país africano con abusos documentados a los derechos humanos y un idioma que él no habla.
El caso de Abrego García se ha convertido en símbolo de las políticas migratorias del presidente Donald Trump, después de haber sido deportado erróneamente a su país y devuelto meses más tarde para enfrentar cargos que su defensa califica de injustos y vengativos.
Pero una orden judicial general suspende automáticamente cualquier esfuerzo de la Administración para deportar de inmediato a Abrego García y a otros inmigrantes que están impugnando su detención.
Mientras tanto, funcionarios de inmigración mantienen detenido a Ábrego García como castigo por su decisión de impugnar su deportación ilegal a El Salvador en marzo, así como por su decisión de ir a juicio en un caso de tráfico de personas presentado en su contra en Tennessee.
El viernes 22 de agosto, García Ábrego fue liberado por orden judicial y se le permitió regresar a su hogar en Maryland, en espera de juicio por cargos de tráfico de personas. El hombre había sido deportado por error a una prisión de alta seguridad en su país y luego regresó a territorio estadounidense.
Ábrego García niega haber cometido cualquier delito, mientras que el Gobierno de Trump afirma que es un violento miembro de la pandilla MS-13 que traficaba con otros inmigrantes.