
En siete minutos, saquean joyas de Napoleón en Louvre
Los objetos sustraídos en el robo del Louvre comprenden un conjunto de joyas de incalculable valor histórico y artístico, entre las que sobresale la célebre corona de la emperatriz Eugenia, hallada posteriormente rota en las inmediaciones del museo.
El Museo del Louvre, en París, cerró sus puertas este domingo tras un robo que se consolidó en solo siete minutos.
Los ladrones ejecutaron una operación ‘quirúrgica’ para sustraer varias joyas, entre ellas algunas que pertenecieron al emperador Napoleón, diamantes históricos y un collar de esmeraldas.
Apenas había pasado media hora de la apertura del museo, cuando cuatro ladrones llegaron a los alrededores del Museo De Louvre en scooters de la marca TMax. Dos de ellos iban vestidos como obreros, con chalecos amarillos.
Aprovecharon unas obras de remodelación en uno de los laterales del monumento para entrar. Entraron por un balcón a la Galería de Apolo, situada en el primer piso. Rompieron con una motosierra las vitrinas. Allí, lograron llevarse joyas pertenecientes a la colección de Napoleón III y la Emperatriz
Los criminales huyeron, dejando atrás su equipo y uno de los objetos robados: la corona de la emperatriz Eugenia, hecha de 1,354 diamantes y 56 esmeraldas, que actualmente está siendo examinada.
Entre las piezas desaparecidas se incluyen varias pertenecientes a la colección de zafiros de la Reina María Amelia y de la Reina Hortensia —una tiara, un collar y un par de pendientes—, así como un collar y un juego de pendientes de esmeraldas del conjunto de María Luisa. Completan el botín un broche relicario y un gran lazo de corpiño de la emperatriz Eugenia, según ha informado el Ministerio de Cultura.
En el momento del robo, que fue “particularmente rápido y violento” dicen las autoridades, cinco guardias de seguridad del museo en la galería y áreas adyacentes intervinieron de inmediato.