Dunia Ludlow, una mujer que transforma la CDMX
“Si crees en la economía justa, el medio ambiente, los precios accesibles y en la dignidad de venderle al pueblo, queremos que tu producto esté en nuestros anaqueles”, asegura Dunia Ludlow, directora de la cadena pública de supermercados SUPERISSSTE.
A través de un video que inmediatamente incendió las redes sociales, Dunia Ludlow denunció que la empresa transnacional Unilever se negó a abastecer sus productos por lo que hizo un llamado a productores nacionales para surtir sus anaqueles e invitó a las empresas interesadas en convertirse en proveedoras y registrarse en el portal superissste.gob.mx, animando a los consumidores a “probar algo nuevo, hecho en tu país, con el corazón”.
“Unilever no nos quiere vender. La empresa detrás de marcas como AXE, Knorr, Maizena, Hellmann’s, Rexona y Dove no quiere surtir al SUPERISSSTE. No responden llamadas ni abren la posibilidad de que una institución pública les compre y, con ello, podamos acercar estos productos y estas marcas a la gente a precios justos”, comentó Ludlow, una mujer que desde pequeña entendió a través de su abuela, y luego de su madre, esa conexión que se genera con la otra y el otro.
¿Quién es Dunia Ludlow?
Dunia Ludlow es una mujer que nació en la CDMX, que cree en el humanismo mexicano y en que el reto que tenemos actualmente es abatir la desigualdad, empezando por la desigualdad que ha habido entre hombres y mujeres. Entonces me considero una mujer que cree en las ideas del feminismo y que toda mi vida, desde chiquita, he querido luchar por los que menos tienen.
¿Qué significa ser mujer en el 2025?
Es un gran momento para nosotras, al final somos consecuencia de una lucha de muchas mujeres para abrirnos el paso. Cada vez hay más mujeres gobernando, creo que es una gran oportunidad, por la labor que tenemos a cargo de nuestras familias, cuando estamos en este tipo de cargos hacemos mucho mejor las cosas, sobre todo por el manejo de los recursos, por la forma en la que administramos. Entonces que hoy más mujeres estén en puestos de toma de decisión es bueno, no solo para las mujeres sino para la sociedad y para la propia humanidad.
¿Cómo contribuyes a que esta ciudad sea mejor?
A mí me encanta la CDMX porque es una ciudad que lo tiene todo. Es una ciudad que ofrece todo lo que estés buscando. No me veo viviendo en otro lugar y hoy que estoy en SUPERISSSTE siento que sigo contribuyendo a mi ciudad. Al final, hoy 14 de las 42 tiendas están en la CDMX y la forma en la que estamos contribuyendo es acercar productos de marcas reconocidas, productos de calidad, a bajo costo dando oportunidad a las familias mexicanas, y no solo eso, sino dando oportunidad a empresas mexicanas incluidas, a que a través de nosotros crezcan y podamos generar un desarrollo económico social. Es una forma de seguir contribuyendo al crecimiento de nuestra ciudad.
¿Qué mujeres son tu estandarte?
La primera es mi abuelita, que se llama Carmen Cortés. Ella fue una mujer de Guerrero, que justo hizo una labor muy importante en esa época que fue hacer lavadores en los que las mujeres lavaban la ropa en condiciones más dignas. Entonces mi abuelita tuvo una lucha muy importante en Acapulco. Constantemente me llevaba a sus reuniones, a la inauguración de las lavanderías, y desde entonces hice esta conexión con el quehacer político para poder ayudar a las personas. La segunda es mi mamá, que es una mujer que nos sacó adelante a mi hermana y a mí, sola. Y la tercera, por supuesto mi presidenta Claudia Sheinbaum que actualmente le está dando una lección al mundo como jefa de Estado.
Para ti, ¿qué es el feminismo?
Para mí el feminismo es una lucha, es un pensamiento, una ideología, una corriente de estudio, pero sobre todo yo lo veo como una lucha en donde de mujeres de generación, tras generación, han avanzado en la conquista de derechos, que generan nuevas vulnerabilidades, que repercuten a su vez, en la conquista de nuevos derechos. Es una lucha que no termina, el sistema patriarcal está tan arraigado que cuando avanzamos en algo pues se abre la violencia en otro lugar por lo que tenemos que caminar juntas.