
Dina Boluarte: la presidenta que rompe todos los récords... de impopularidad
La presidenta de Perú, Dina Boluarte, roza el 100% de rechazo ciudadano, según la última encuesta de Ipsos para América Televisión.
Con un 96% de desaprobación, alcanza su nivel más alto en casi tres años de gobierno, un dato que el presidente ejecutivo de Ipsos, Alfredo Torres, calificó de "caso perdido", señalando que "la gente ya no espera nada de ella" .
Este catastrófico nivel de desaprobación no es un hecho aislado, sino la culminación de un profundo descontento que se ha venido acumulando.
La mandataria es castigada por su escasa acción ante una criminalidad que desangra al país y por los escándalos de corrupción que rodean a su círculo ministerial.
El desprestigio es compartido con el Congreso de la República, que también es rechazado por el 89% de los peruanos.
El malestar social no es nuevo. Las actuales protestas, lideradas en gran medida por jóvenes, son la continuación de una ola de indignación que estalló a finales de 2022, tras la destitución y arresto del entonces presidente Pedro Castillo.
En ese periodo de crisis inicial, al menos 58 personas perdieron la vida y más de 1,200 resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad . Este trauma nacional permanece muy presente en la memoria colectiva y alimenta la indignación contra Boluarte.
Recientemente, la presidenta intentó proyectar una imagen de normalidad en el escenario internacional durante la Asamblea General de la ONU. Allí reconoció que "la pobreza en el país es alta" y prometió la entrega de colegios y hospitales.
Sin embargo, su intervención quedó opacada al ser interrumpida por exceder el tiempo asignado, un incidente que simbolizó para muchos su desconexión.
Paralelamente, en medio de las nuevas protestas, ha tildado de "violentos" a los manifestantes, acusándolos de buscar la anarquía.
La situación económica y social del país añade más presión. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha advertido que la incertidumbre política intensifica los riesgos para la economía peruana, proyectando un crecimiento moderado del PIB para 2026 .
Este panorama se ve agravado por el descontento con reformas impopulares, como la del sistema de pensiones, que ha servido de catalizador para las más recientes movilizaciones .
Frente a este escenario, los analistas políticos señalan que un 96% de desaprobación es una cifra inédita y altísima. "Una mala aprobación de cualquier presidente es de 20% y 80% en contra, pero esto es un absoluto rechazo, una absoluta desconfianza", explicó Alfredo Torres.
Esta valoración refleja que, a nueve meses de culminar su gestión, Boluarte está más separada que nunca de los ciudadanos a los que gobierna.
Con una presidenta que ha llegado a tener niveles de aprobación de apenas el 2.5% y un Congreso igualmente desprestigiado, la crisis política peruana parece lejos de resolverse.
La ciudadanía, indignada por la violencia pasada, la corrupción y la falta de oportunidades, clama por un cambio mientras el país se encamina hacia las elecciones generales de 2026 en un estado de profunda fragmentación y desencanto.