Cómo Israel intenta limpiar su imagen entrenando a ChatGPT y Google (pagando influencers)

El gobierno israelí contrató a la empresa conservadora Clock Tower X LLC por 6 millones de dólares para difundir contenido favorable en redes sociales y plataformas digitales. El objetivo: alcanzar al menos 50 millones de visualizaciones mensuales.

Paula Pissaco 10-11-2025 / 14:19:57



Israel entendió que ya no basta con ganar guerras y declarar un genocidio: ahora también hay que ganar los algoritmos. El gobierno contrató a Clock Tower X LLC, una empresa conservadora con sede en EE.UU para hacer lo que mejor sabe en el siglo XXI: contenido.


Pero no cualquier contenido, sino uno capaz de colar su narrativa en las redes sociales y en los propios modelos de inteligencia artificial como ChatGPT. La información fue publicada por Responsible Statecraft, medio ligado al Quincy Institute, y detalla un contrato de 6 millones de dólares. El objetivo es claro: que al menos el 80 % de lo producido por Clock Tower (videos, podcasts, memes y publicaciones varias) termine en plataformas como TikTok, Instagram y YouTube, alcanzando un mínimo de 50 millones de visualizaciones mensuales.


Y sí, leíste bien: parte del plan incluye crear sitios web diseñados específicamente para “alimentar” a la IA. La lógica es simple (y un poco escalofriante): si ChatGPT aprende de lo que hay en internet, entonces basta con inundar la red de nuevos portales con el mensaje correcto para que, la próxima vez que alguien pregunte sobre Israel, el chatbot responda con una sonrisa diplomática.


Nada de esto sería tan llamativo si no fuera por quién está detrás

Brad Parscale, exjefe de campaña de Donald Trump (sí, el mismo que usó Cambridge Analytica para perfilar votantes a través de Facebook), es el cerebro estratégico detrás de Clock Tower. Y porque todo queda en familia, Parscale, ahora es director de estrategia del grupo mediático Salem Media, una red cristiana conservadora con programas de Lara Trump, Hugh Hewitt y compañía.


La “razón oficial” del contrato, presentada ante la Ley de Registro de Agentes Extranjeros, es casi tierna: combatir el antisemitismo. Un propósito que suena noble, hasta que se descubre que uno de los representantes de Clock Tower es también jefe de gabinete del Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel, Eran Shayovich, quien además lidera algo llamado Proyecto 545, una campaña para “expandir la diplomacia pública de Israel”.


La historia no termina ahí. Según documentos revelados por Responsible Statecraft, Israel también está pagando a influencers hasta 7.000 dólares por publicación para hablar bien del país en redes sociales. Una firma llamada Bridges Partners coordina los pagos, y Havas Media Group Alemania canaliza los fondos.


En total, 900.000 dólares entre junio y noviembre de este año para entre 14 y 18 influencers, cada uno generando entre 75 y 90 publicaciones. O, dicho en otro idioma, una campaña de amor patrocinado.


Y por si faltaba algo, los mismos documentos del Ministerio de Finanzas israelí muestran que Google y YouTube fueron contratados para difundir anuncios negando la hambruna en Gaza, mostrando restaurantes y mercados rebosantes de alimentos. En 2024 fueron 2.000 anuncios. En lo que va de 2025, ya van más de 4.000. Así que sí: mientras el mundo debate sobre ética, censura y libertad de expresión, Israel decidió invertir directamente en moldear las conversaciones globales.


Paula Pissaco
Comunicadora y periodista que cruza medios, política, género, sector social y movilización entre México y Argentina.