Arrestan al expresidente de Filipinas por crímenes de lesa humanidad

Rodrigo Duterte fue arrestado tras una orden de la Corte Penal Internacional por su mortífera guerra contra el narcotráfico en la que fomentó que cualquiera disparara y matara a un narcotraficante

Redacción La Audiencia 11-03-2025 / 14:39:53






El ex presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte (2016-2022), fue arrestado al llegar al aeropuerto internacional de Manila, tras una orden de la Corte Penal Internacional por su mortífera guerra contra el narcotráfico.


"Interpol Manila recibió la copia oficial de la orden de arresto de la CPI", señaló un comunicado de la oficina del presidente Ferdinand Marcos en el que se confirmó que Rodrigo Duterte, acusado de crímenes de lesa humanidad por las mortales campañas antidroga que supervisó mientras ocupaba cargos públicos, se encuentra bajo custodia de las autoridades.


La CPI inició una investigación sobre los asesinatos relacionados con las drogas ocurridos durante el gobierno de Duterte, desde el 1 de noviembre de 2011, cuando todavía era alcalde de la ciudad sureña de Davao, hasta el 16 de marzo de 2019, como posibles crímenes contra la humanidad.


Duterte retiró a Filipinas del Estatuto de Roma en 2019, una medida que, según activistas de derechos humanos, tenía como objetivo eludir la rendición de cuentas por los asesinatos. La administración de Duterte decidió suspender la investigación del tribunal internacional a fines de 2021, con el argumento de que las autoridades filipinas ya estaban investigando las mismas acusaciones y argumentando que la CPI, un tribunal de última instancia, no tenía jurisdicción.


Las tácticas de guerra de Duterte


Las autoridades filipinas reconocen alrededor de 6 mil muertos como consecuencia de las operaciones puestas en marcha, una cifra que podría ascender a los 30 mil, según han denunciado organizaciones humanitarias.


El pasado fin de semana, Duterte y su hija, Sara, la actual vicepresidenta filipina, fueron los oradores principales en un mitin de campaña en el estadio Southorn, en Hong Kong , para los candidatos al Senado de su partido político, de cara a las elecciones de media legislatura del 12 de mayo en Filipinas.


Miles de expatriados filipinos, vitoreando y agitando banderas, llenaron el estadio para escuchar a Duterte. En su discurso lleno de improperios, Duterte mencionó los reportes sobre la posible emisión de una orden de arresto por parte de la CPI y reiteró que estaba listo para ser encarcelado.


”¿Cuál fue mi pecado?”, preguntó Duterte. “Lo hice todo en mi época para que los filipinos pudieran tener un poco de paz y tranquilidad. Si este es mi destino en la vida, está bien, lo aceptaré. No puedo hacer nada si me arrestan y encarcelan,” dijo el expresidente populista, ahora de 79 años y con problemas de salud.


El arresto de Duterte marca un giro en la justicia internacional y ha generado reacciones divididas. Mientras su familia y aliados lo califican de ilegal, grupos de derechos humanos lo consideran un paso hacia la rendición de cuentas por los miles de asesinatos extrajudiciales ocurridos durante su mandato.


Mientras Duterte espera su proceso en La Haya, un abogado presentó una solicitud ante la Corte Suprema en nombre de Duterte, pidiendo que se emita una orden de restricción temporal para frenar el cumplimiento de la solicitud de la Corte Penal Internacional.


Durante sus más de dos décadas como alcalde de la ciudad de Davao, el controvertido político transformó la ciudad de un paraíso de anarquía en una de las zonas más seguras del sudeste asiático. Las duras tácticas de lucha contra el crimen de Duterte le valieron los apodos de El Castigador y Duterte Harry (en referencia al personaje de la película Harry el sucio, el inspector de policía despiadadamente eficaz interpretado por el actor Clint Eastwood), pero organismos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch afirmaron que Duterte era responsable de más de mil ejecuciones extrajudiciales. En lugar de negar esas acusaciones, las aceptó.

Redacción La Audiencia